El juez acusa a dos radicales de pertenecer a una banda armada
Grande-Marlaska decreta prisión incondicional para Santiago Vigo y José Manuel Sánchez ·· Les imputa también un delito de tenencia de explosivos ·· Adrián Ponte deberá pagar 6.000 euros para quedar libre
Esta vez no se repitió la historia de la operación Castiñeiras, la Guardia Civil ató todos los cabos y los compostelanos Santiago Vigo Domínguez, de 18 años, y José Manuel Sánchez Gorgas, de 19, dos de los tres independentistas gallegos detenidos el sábado en Portosín cuando manipulaban un artefacto han ingresado en prisión por orden del juez Fernando Grande-Marlaska, mientras que el tercero, Adrián Ponte, de 20 años, ha quedado en libertad bajo fianza de 6.000 euros.
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, que les tomó declaración durante toda la mañana, fue contundente y les acusó de los delitos de pertenencia a banda armada, tenencia de explosivos y conspiración para cometer delito de estragos, según informaron fuentes jurídicas. Grande-Marlaska mantuvo intactos los criterios esgrimidos por el fiscal de la causa, Luis Barroso, quien relacionó a Vigo y García con una organización de corte terrorista, como mantenían los investigadores del grupo de Información del Instituto Armado destinados en Galicia.
Los tres, que están considerados como miembros del movimiento Resistencia Galega han negado estar vinculados con organización alguna, una conexión, que, según fuentes de la Guardia Civil, sí quedaba patente en la documentación incautada en varios registros domiciliarios llevados a cabo en sus domicilios de Santiago.
Tampoco han revelado cuál era el objetivo contra el que pretendían atentar, el cual, de acuerdo con los investigadores, podría ser una inmobiliaria que se hallaba cerca del lugar donde fueron arrestados.
Los tres presuntos miembros de RG, como ya hicieron durante su estancia en el cuartel de Lonzás en A Coruña, mantuvieron ante el juez un hermetismo total negándose a revelar cualquier tipo de información. El juez, no obstante, validó todas las pruebas presentadas por los agentes contra dos de ellos.
VINCULACIONES
Una dependencia orgánicaLos investigadores están convencidos de que Santiago Vigo Domínguez, José Manuel Sánchez Gorgas e incluso Adrián Ponte formaban parte de una célula dependiente orgánicamente de destacados miembros del movimiento Resistencia Galega. "Alguien les ha facilitado el material explosivo, alguien les ha enseñado a montar las bombas y alguien les ha inducido a hacerlo", aseguran las fuentes consultadas por EL CORREO. Pero los tres jóvenes radicales "no han soltado prenda", aunque "estamos convencido de que al menos uno de los tres mantuvo contactos con los inductores". "No hay duda de que detrás de estos tres individuos hay alguien con más peso", añaden .
LOS DATOS
Un ordenador con datos importantesEl juez Grande-Marlaska procedió, además, durante el interrogatorio de ayer al desprecinto de un ordenador incautado en el registro de los domicilios de los arrestados con objeto de examinar su contenido, añadieron las fuentes judiciales. En él se habían detectado varios archivos que los implicaban.
Relacionados con otros atentados
La Guardia Civil relaciona a los tres detenidos con los últimos atentados registrados en Galicia por las "similitudes de los artefactos y el modus operandi", aunque fuentes de la investigación puntualizan que en este caso, el artefacto explosivo supondría "un salto cualitativo".
Conducidos al penal de Soto del Real
La web galizalivre.org anunciaba ayer que los independentistas gallegos fueron conducidos a la cárcel de Soto del Real, cercana a la capital de España. Los tres estuvieron asistidos en la Audiencia Nacional por un letrado del colectivo Ceivar.
Artefacto explosivo de mucha potencia
Los dos jóvenes que han ingresado en la cárcel fueron detenidos el 14 de diciembre en el momento en que manipulaban un artefacto explosivo de fabricación casera "muy potente". El tercero es el propietario del vehículo y fue arrestado cerca del lugar .