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desórdenes alimenticios

La anorexia y la bulimia afectan a un 5% de los jóvenes gallegos

La anorexia y la bulimia afectan a un 5% de la población gallega ·· La mayoría son chicas jóvenes, pero cada vez hay más hombres que padecen esta enfermedad

Ana tiene veintitrés años y lleva siete enferma, puede que incluso algo más. Un día decidió comer un poco menos, al siguiente no comer casi nada y al otro no comer más. Lo que ella tiene se llama anorexia y es un desorden psicológico y alimenticio. La curación es lenta, y los resultados no pueden evaluarse antes del quinto año de tratamiento.

Estas chicas -en este caso no se trata de discriminación positiva, puesto que el 90% lo son- se niegan a comer hasta agonizar, convertidas en una sombra de piel y hueso, o, sin llegar a esos extremos, renuncian a casi todo por seguir usando una talla 34 ó 36. Ellas son las reinas de un mundo donde todo el mundo quiere estar delgado, comienzan con la intención de perder unos kilos y, por algún motivo, llegan a sobrepasar los límites de la obsesión.

"Aprendes a esconderte, tienes cuidado con lo que comes, con lo que te pones, con que nadie note nada". Las anoréxicas y bulímicas pierden la percepción de su propio cuerpo y terminan por convertirse en auténticas maestras del engaño. Muchas veces son incapaces de reconocer su dolencia, pero nunca se olvidan de taparla. El problema de Ana, como el de tantas otras, es que cuando se mira al espejo se ve gorda, aunque el resto del mundo le diga que está demasiado delgada.

La mayoría de las veces son los padres, los hermanos o los amigos los que piden ayuda porque les resulta demasiado difícil luchar a diario con las enfermas y convivir con sus continuos cambios de humor. La Asociación de Bulimia y Anorexia de Galicia (Abagal) ofrece, desde hace cinco años, un grupo de terapia y autoayuda para las familias de las afectadas. Es una especie de foro en el que los padres comparten sus dudas, sus miedos y sus inquietudes al respecto de esta enfermedad tan mediática y a la vez tan desconocida.

Ellas también son ellos

Algunas veces, cuenta la presidente de Abagal, María Flora Cajide, son las propias enfermas las que llaman en un momento de debilidad. "Se non es quen de darlles unha solución nese momento, nunca máis volves saber nada delas". Ellas son jóvenes asustadas, pero también mujeres maduras que llevan diez o quince años conviviendo con la enfermedad. Y hombres, también son hombres. Ya nadie se queda fuera de ese mercado de presión y autoexigencia que nos obliga a mantenernos guapos y delgados para siempre.

Cada vez es más complicado determinar el perfil de los que sufren estos desórdenes alimenticios, pero hay algo que los relaciona: son personas inteligentes pero inseguras, con una gran fuerza de voluntad y capaces de (casi) todo con tal de parecerse al modelo, de no ser diferentes. "No es sólo por el físico, yo quería ser perfecta".

Ese fue el motivo por el que Ana decidió adelgazar: porque quería ser perfecta. Otros lo hacen porque quieren ser como las mujeres de aspecto frágil que sonríen desde el otro lado de la pantalla, o simplemente porque decidieron ponerse a dieta y se olvidaron de que en algún momento tenían que parar. Lo que está claro es que a ninguno de ellos le hacen falta diez razones para dejar de comer. Ayudémosles a buscar al menos una para seguir comiendo.

. galicia@elcorreogallego.es

PREADOLESCENCIA

Adelgazar por consejo materno

El 5% de la población gallega padece algún tipo de trastorno alimenticio. Echando cuentas, salen unas 135.000 personas. La mayoría son mujeres de entre doce y veinte años, pero ya se han registrado algunos casos de niñas de ocho años que tienen anorexia. La culpa no es de nadie, pero seguro que influye el hecho de que muchas vivan en el seno de una familia que las somete a un nivel de exigencia desmedido o que les coloca el listón tan alto que apenas pueden alcanzarlo. No es de extrañar, por tanto, que de vez en cuando nos encontremos con estadísticas tan preocupantes como que el 40% de las niñas de nueve y diez años esté tratando de perder peso y que, en la mayoría de los casos, lo hagan por recomendación materna. El resto solo tratan de parecerse a las mujeres altas y delgadas, a esas chicas de alambre que salen en la tele y en las revistas. El ideal de belleza es un modelo de extrema delgadez que muchas, por una simple cuestión de naturaleza, nunca van a alcanzar, pero que todas quieren imitar .

AUTOESTIMA

Diagnóstico ·· A veces no es fácil separar la anorexia de la bulimia. Los dos son trastornos alimenticios que afectan en su mayoría a mujeres jóvenes, pero las causas, los síntomas y el tratamiento son muy diferentes. Unas ayunan o controlan absolutamente todo lo que comen, las otras, lo hacen de forma compulsiva y sin ningún tipo de control. En lo que sí coinciden las personas que padecen cualquiera de estos trastornos alimenticios es en que su autoestima fluctúa, sube y baja a medida que lo hace su peso. Y de tanto no quererse a uno mismo, derivan los cambios de humor, la obsesión por la báscula y el eterno sentimiento de culpabilidad. "El hambre duele, pero ayunar funciona", esa es la consigna.

TRATAMIENTO

Cinco camas para 135.000 enfermos

·· La Unidad de Desórdenes Alimenticios del hospital de Conxo, en Santiago, es la única de Galicia. Recibe los casos más graves de la comunidad, pero sólo dispone de cinco camas, sin duda insuficientes teniendo en cuenta que 135.000 gallegos padecen alguna enfermedad de este tipo.

Alimentación por vía intravenosa

·· En los casos más graves, lo primero es preservar la vida del enfermo y tratar de estabilizar su problema nutricional. Pero en muchas ocasiones, éstos se niegan a comer y los especialistas tienen que alimentarlos por vía intravenosa. El segundo paso es conseguir que ingieran alimentos sólidos.

Curarse del todo puede llevar años

·· Los trastornos de tipo alimenticio, como la anorexia y la bulimia, tienen una curación muy lenta, que incluye tratamiento psicológico y psiquiátrico, además de terapias de grupo y un seguimiento constante de la alimentación del paciente por parte de dietistas y nutricionistas.

La otra cara de la batalla por la estética

·· Sequedad de la piel, caída del cabello, interrupción del ciclo menstrual, fatiga y debilidad... El empeño por satisfacer un ideal de belleza casi inalcanzable puede traer consigo graves consecuencias para la salud que muchas jóvenes desconocen cuando inician su batalla contra la báscula .

16 ago 2009 / 23:48
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