Desconcierto por la falta de un sistema de pago de las autovías portuguesas

¿Qué puede hacer un conductor gallego que mañana debe iniciar un viaje desde el aeropuerto de Oporto, o se enfrenta a la necesidad imperiosa de entrar en la ciudad y carece del dispositivo electrónico exigido por el gobierno luso porque no ha sido emitido? Tan sólo tiene dos alternativas: anular el viaje o cruzar los dedos y esperar a la magnanimidad de los guardiñas portugueses para que no le impongan una multa máxima de 125 euros, que deberá abonar en efectivo y al momento por no pagar los 25 céntimos del tramo de la autovía que comunica Mahia con Oporto, el único para el que no existe vial alternativo ¿Por qué? Porque a 24 horas de que sea obligatorio el pago del peaje en las scuts, o autovías, del norte de Portugal, la administración lusa no ha provisto ni a las oficinas de correos, ni a las gasolineras, y mucho menos a Caixanova -entidad que dispondrá en Galicia del dispositivo- de las tarjetas para afrontar el pago en los dispositivos automáticos ya instalados en todo el recorrido de la autovía A 28.

En vísperas de la obligatoriedad del pago, la única información a la que pueden acceder los extranjeros está accesible en la página web de Estradas de Portugal. Indican que los coches con matrícula extranjera pueden optar a dos sistemas de pago en función de la duración de la estancia en Portugal.

Si es corta, se accede al dispositivo temporal, DT, por el que se cobrará un alquiler, cuyo precio lo fijará la concesionaria, a reembolsar con su devolución, que deberá estar asociado a un sistema de pago automático con tarjeta de crédito, o un sistema de prepago con una carga de 50 euros para coches ligeros y de 100 para pesados. Si se trata de una estancia larga, en vez de usar un DT, se puede comprar un sistema de carga automático del peaje en la cuenta corriente, que costará 27 euros.

Este periódico se puso en contacto con la Secretaría de Estado de Transportes de Portugal para conocer la fecha en que se resolverá el problema de la falta de dispositivos para los no residentes, siendo remitido al Ministerio de Obras Públicas Transportes y Comunicaciones, donde tampoco se dio una respuesta.

LLUVIA DE DEMANDAS. El presidente de la patronal pontevedresa, José Manuel Fernández Alvariño, espera que hoy mismo llegue de Bruselas la contestación a la queja presentada ante la decisión del gobierno portugués, que deja en una situación precaria a los usuarios europeos de las autovías portuguesas.

Asegura que existe un resquicio legal para demandar la suspensión de la forma de pago. "Cualquier europeo puede pagar con euros por todo el recorrido que hace a cualquier país. Por eso, que ni se le ocurra al gobierno portugués multar a un usuario porque carece del chip porque lo tumbará cualquier tribunal de cualquier país, porque los usuarios no se niegan a pagar con la moneda de curso, el euro, y por eso me tienen que admitir la moneda".

Alvariño anticipa que los empresarios no sólo pedirán que se retrase a abril el sistema pago, fecha en que las autovías del sur también serán de peaje, si no fórmulas alternativas de pago.

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