Julio Gutiez Cuevas: Si un detective investiga a un poderoso, puede tener un problema importante después
{ Madrid, 1960 } La cafetería de un hotel de lujo de la capital es el escenario en el que este hombre vivaz, perspicaz y locuaz sabedor de infinitas y valiosas historias recibe a esta redactora. Oteador infatigable, fue presidente de la Asociacion Profesional de Detectives Privados de España y, desde hace pocos años, se abre camino en Latinoamérica.
Don Julio, ¿dónde está el límite de la legalidad en una profesión como la suya?
Está muy claro, en lo que marca nuestra ley. Nosotros estamos regulados por la ley de seguridad privada que, como ley, empezó en el año 92. Y ahora, hace un año, han hecho la reforma donde quedan claramente definidos los conceptos que puede investigar un detective, a qué se tiene que ajustar, cuáles son sus límites dentro de la investigación y las sanciones correspondientes por no adecuarte a la ley.
¿Está reñida esa legalidad con la ética o moralidad?
Bueno, en todas las profesiones hay gente que no entiende de ética, sino de hacer un trabajo y cobrar un dinero, pero yo creo que la inmensa mayoría de los detectives que hay ahora se acogen a esa ética. Yo, que hablo con mucha gente y que llevo muchos años en esto, cuando salgo a comer con algún colega más joven siempre te pregunta si tú lo harías o cómo lo ves... Como cada vez salen más formados de la universidad, tienen mucho más claro el hecho de estar dentro de la ética y no hacer barbaridades como se hacían antaño... No todos, pero alguno sí las hacía.
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