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Feijóo ve a España en la UCI y a Galicia, enferma pero estable

La apuesta por los emprendedores, la internacionalización y la inversión en innovación, entre sus recetas para salir de la crisis

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, llegó ayer al hotel Monumento San Francisco dispuesto a hacer “terapia colectiva” ante una nutrida representación de empresarios gallegos. Allí, en el foro organizado por el Grupo Correo Gallego, advirtió de la dureza de los tiempos venideros. “Tampoco hoy les voy a ocultar cómo veo las cosas: dentro de una economía española muy enferma, que está en la UCI, Galicia está logrando mantenerse estable”. Pero aun así, 2012, dijo, no va a ser un año fácil. “Al contrario”. El presidente se mostró esperanzado ante la nueva etapa que se abrirá con el Gobierno Rajoy, pero ya advirtió de que la recuperación económica necesita tiempo. Gráficamente, se refirió al país como “un edificio casi en ruinas que habemos de apuntalar primero para poder empezar a reconstruirlo después”.

El estancamiento de la economía, la ausencia de crédito derivado de los “bandazos normativos” en el ámbito financiero, la deuda pública o el “absoluto fracaso” de la reforma laboral del Gobierno Zapatero forman parte, aseguró, de la “ingente cantidad de problemas” a los que habrá que hacer frente para levantar el edificio en ruinas.Con todo, el inquilino de Monte Pío  cree que Galicia lleva ventaja  porque “mucho de lo que ahora Europa considera una prioridad comunitaria, mucho de lo que tiene que hacer España con urgencia, Galicia ya lo hizo”. “Decir la verdad, ser conscientes de la situación en la que estamos y adelantarnos en medidas y en reformas, y en la búsqueda de eficiencias y de certezas nos ha permitido algo muy importante: aunque no conseguimos salir de la crisis, sí logramos mantenernos estables”. 

¿En qué datos fundamenta Feijóo su argumentación? Arropado por la mitad de sus conselleiros, el presidente volvió a destacar ayer ante los empresarios que la tasa de paro gallega sigue siendo 4,3 puntos inferior a la española o que el desempleo de las cuatro provincias gallegas no llega a los niveles de Sevilla.  Destacó también que el empleo industrial creció un 3,7% en el tercer trimestre de 2011, que las exportaciones –con datos de septiembre– aumentaron un 13,6% respecto al año anterior o que el déficit gallego “sigue ajustándose a la estabilidad presupuestaria, muy lejos de las dramáticos porcentajes de la media nacional”.

 A pesar de la “manifiesta hostilidad de un Gobierno central que llevó a algunos de nuestros sectores estratégicos a una situación crítica”, Galicia aguanta mejor la embestida de la crisis, entre otras cuestiones, por su decidido apoyo a los emprendedores –propietarios de la “llave” de la recuperación–  y por la política de austeridad. La contención del gasto corriente, explicó el titular de la Xunta, es precisamente lo que ha permitido garantizar unas cuentas públicas “saneadas” y dar respuesta a las dos prioridades de su Gobierno: blindar los servicios públicos esenciales y que la crisis no paralice la inversión pública. Sobre esta cuestión Feijóo subrayó la apuesta decidida de su Ejecutivo por la internacionalización de las empresas y la innovación.

El presidente reconoció que “lógicamente” le hubiese gustado invertir mucho más, pero aclaró que, pese a las extremas dificultades, la Xunta ha licitado 3.000 millones de euros de inversión, “más que el anterior gobierno en el mismo periodo y en plena bonanza”. Las prioridades, además, son ahora diferentes. Y si antes la inversión viaria era lo principal, ahora la diana está en las inversiones tecnológicas, hospitalarias, judiciales y de saneamiento e depuración de aguas.  
 
Cambiar la mentalidad de nuestros días y volver a aquella que nos empujó a levantar el estado del bienestar, revisar los excesos, suprimir las duplicidades y reconsiderar fórmulas iniciando los cambios necesarios. Todo, sin miedo y con mucho valentía. A eso aspira, en definitiva, Feijóo.

El presidente reconoce tensiones de tesorería

Santiago. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, reconoció ayer que los problemas de tesorería que afectan a la Administración autonómica están ralentizando los pagos a algunas empresas. Durante su intervención en el Foro del Grupo Correo Gallego, Feijóo explicó que si bien en los años 2009 y 2010 la Xunta consiguió pagar a sus proveedores antes de los cuarenta días, en 2011, concretamente en el cuarto trimestre, empezó a tener “tensiones de tesorería” que le han obligado a priorizar los servicios  sociales y los gastos de personal en detrimento del pago a las empresas de obra pública.

De todos modos, el titular del Eejcutivo autonómico destacó que la Xunta tiene un “nivel de solvencia adecuado” y garantizó que pagará. “No voy a dejar la Xunta en situación de bonos patrióticos, lo que conlleva que hay que ajustar el gasto”, advirtió ante el empresariado gallego.

Feijóo se refirió expresamente a las dificultades para hacer frente a la factura de noviembre con las farmacias, cuyo pago Sanidade va a fraccionar a los largo de los próximos seis meses. Dijo, al respecto, que esta situación ya se dio otros años y equiparó el momento que atraviesa la Xunta con la situación que también sufren las empresas a la hora de saldar sus deudas. La misma dificultad, explicó, que tiene el Gobierno central para transferir partidas a las comunidades autónomos. El retraso de días con que llega el dinero de Madrid complica que la Xunta haga frente a sus pagos en plazo. Precisamente por esto se congratuló de la decisión del Ministerio de Economía de adelantar en tres días los pagos a cuenta  del sistema de financiación autonómica correspondientes a diciembre.

  “Hoy es noticia que el Estado va a remitir lo que nos toca tres días antes de lo que lo viene haciendo mensualmente”, destacó Feijóo, para apostillar seguidamente que “parece” que la ministra Elena Salgado “se ha dado cuenta” de las dificultades que sufren comunidades como Cataluña o Castilla-La Mancha, y de que “no se puede cumplir con el déficit” reteniendo sus pagos.


“Sanidad no puede ser un rótulo en un edificio”

Núñez Feijóo aseguró ayer que Galicia contabiliza todo, incluida la sanidad, en su déficit público, pero dudó que ello suceda en todas las administraciones autonómicas. Cifró en 17.000 millones la deuda sanitaria española y abogó porque el nuevo Gobierno haga “un aparte muy serio” para traer la solvencia al sistema nacional  de salud”. “Sanidad no puede ser un rótulo en un edificio”, sentenció tiene que “asumir sus competencias”, si no la economía de la salud no irá bien.       o

Propuesta dialogada de agencias de colocación

El jefe del Ejecutivo autonómico se mostró ayer favorable a debatir sobre las agencias de colocación versus las oficinas de empleo y centrar el foco en una cuestión de “eficiencia”. “Es un debate procedente y espero que las centrales sindicales, con el nuevo Gobierno y los empresarios busquen una propuesta”, dijo Feijóo. El coloquio propició además que el presidente gallego expresase su interés por analizar del “derecho y del revés” las subvenciones a fondo perdido.



12%

porcentaje del presupuesto gallego que suma el gasto de farmacia por recetas y que, según Feijóo, no puede seguir siendo “tres veces más que el de las universidades”.


16 dic 2011 / 22:49
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