Respuesta a la gallega: depende
Mientras desde A Coruña se afronta sin temor el futuro de una única entidad, en Vigo existen reticencias a la idea ·· La falta de información de Caixa Galicia y Caixanova, hasta que se sepa el resultado de sus auditorías, condiciona las respuestas de la ciudadanía
Los notables de la política, empresa y sindicatos ya emitieron sus opiniones con respecto a la propuesta de fusión equilibrada e igualitaria entre Caixa Galicia y Caixanova presentada la pasada semana por el presidente de la Xunta de Galicia. Pero, qué piensan los representantes de otros ámbitos sociales. Es lo que intentaremos desgranar en esta información recogiendo opiniones en las dos ciudades en las que se ubican las sedes centrales de las respectivas entidades, nacidas ambas años atrás de fusiones.
En las respuestas no se encuentra la misma óptica según sean de A Coruña o de Vigo. La auditoría a la que serán sometidas las dos cajas servirá para determinar sus recursos, su solvencia y su rentabilidad. Cada una tiene sus puntos fuertes y débiles, pero mientras desde el norte se mira sin temor la fusión que impulsa Alberto Núñez Feijóo, desde el sur existen serias reticencias. Para muchos encuestados, el principal problema de esta iniciativa parece estar en dónde se ubicará, de concretarse la unión, la futura sede central.
No obstante, la falta de transparencia de las dos instituciones, hasta que se conozca el resultado de la auditoría que ha contratado la Xunta de Galicia, condiciona el debate abierto. La opinión mayoritaria es favorable a una única entidad que apegada al territorio sirva para desarrollarlo. Y es que una caja de ahorros no es sólo una institución crediticia, detrás está una obra social decisiva para el bienestar, una fundación impulsora de la cultura y las innovaciones, y una corporación de empresas que propician innovación y desarrollo.
Dicen los expertos que en un futuro cercano quedará una docena de cajas en España -por cierto que nadie, salvo Fernando González Laxe, se acuerda de que en la autonomía hay una tercera, la Caixa Rural Galega, que puede quedar descolgada de esta probable fusión-, y que a medio plazo no serán más de cinco. Una de ellas, puede ser la que represente a nuestra comunidad.
Pero hay más, una caja de ahorros llega mucho más allá que un banco y no mira la rentabilidad de sus sucursales en el rural tan disperso o en el litoral marítimo tan amplio que tiene nuestra autonomía. Esa cercanía al ciudadano la hace más nuestra, y es que en el fondo pertenece a los impositores, es una entidad pública y como dicen los encuestados, cuanto más fuerte, mejor.
Cambios frente al BNG
PP y PSdeG sanearán la lei de caixasNin tanto, nin tan pouco. El dicho popular vale para definir lo que populares y socialistas tienen pensado a la hora de presentar enmiendas a la proposición de ley de cajas que impulsó el BNG, utilizada para poder acelerar su trámite parlamentario en pleno debate sobre el futuro de Caixanova y Caixa Galicia. Tienen de plazo hasta el próximo sábado 12 de diciembre, y los grupos del PPdeG y del PSdeG trabajan a marchas forzadas para presentar iniciativas que modifiquen el texto legislativo original nacionalistas. No queda otra, si quieren que esté lista y aprobada en el pleno extraordinario del próximo 30 de este mes.
Por partidos, el PPdeG arropará la decisión del Gobierno liderado por Feijóo, favorable a la fusión de las caixas. Determinante será el peso de su mayoría absoluta, como recuerda Europa Press, que detalla que serán cinco los ejes estratégicos de los cambios frente a la ley frentista, tendentes a descafeinar la intención del BNG de caminar hacia una banca pública.
En pleno trámite de urgencia aprobado por los tres grupos, los populares buscan una norma que amplíe las competencias sobre las decisiones de ambas cajas. Un sistema institucional de protección (SIP), esa fusión fría con entidades foráneas que valoraba Caixanova, quedaría tocada de muerte. Se pretende blindar la realidad territorial, aumentar la profesionalización, mejorar la operatividad, la transparencia y reorientar la obra social. La clave, como no, es galleguidad y solvencia. Veremos si es la Xunta quien ocupa plaza en consejo, o se hace por vía parlamentaria.
Paralelamente, el PSdeG aseguró a Europa Press que quiere avanzar más las enmiendas, y trabaja en cambios considerables. Se centrará en la composición de los órganos de gobierno y su elección, obra social, criterios de inversión de las cajas y la protección al consumidor