Venden latas de mejillón chileno que etiquetan como de las rías

Personal del Consello Regulador do Mexillón de Galicia acudía a mediados de octubre a un supermercado de Boiro. Acompañados de un notario, compraban varias latas de mejillón de la marca Cortizo, producidas por la Conservera de Rianxo S.A. En el etiquetado se garantizaba que el producto era gallego e incluso se precisaba que había sido extraído en la campaña 2008 de las rías de la comunidad. Pero los análisis realizados han evidenciado que 27 de los 34 moluscos procedían de Chile. El presidente del Consello, Francisco Alcalde, anunció ayer que han presentando una querella criminal contra la empresa y que el Juzgado de Instrucción número 1 de Padrón ya la ha admitido a trámite. Alcalde aseguró que tienen "indicios" de que otras conserveras emplean también estas "prácticas fraudulentas".

La querella contra Conservera de Rianxo podría ser la primera de una cadena. Alcalde advertía ayer de que el Consello Regulador no dudará en ejercer nuevas acciones legales para defender a los consumidores gallegos del fraude. Recordaba, además, que sólo las conservas con el logotipo de Mexillón de Galicia, Denominación de Orixe Protexida, garantizan plenamente que el producto procede de la comunidad.

La compra de mejillón foráneo por parte de las conserveras gallegas amenaza el futuro de los bateeiros. Entre el 60 y el 70% del mejillón que se extrae en las rías se destina a la conserva o al congelado, pero el producto de Chile es más barato y gana cada vez más mercado. "En 2008 por primera vez entró en Galicia más mejillón foráneo que gallego para el producto transformado", recordaba ayer Xoán Antón Pérez Lema, asesor jurídico del Consello Regulador. A mediados de ese año, varias asociaciones de productores decidieron plantarle cara a la industria conservera y realizaron un paro indefinido ante la bajada de los precios, que aseguraban habían descendido un 50% desde finales de los años 90. Pero el molusco de Chile sigue llegando, ya que los compradores ni siquiera tienen que pagar aranceles. La patronal que representa a las grandes conserveras, Anfaco, reconoció este verano que un 60% de los mejillones que procesan no se crían en Galicia. Sin embargo, recuerda el Consello Regulador, "la mayoría de las conserveras siguen vendiendo esas latas como si fuera producto exclusivamente gallego. Esto explica los continuos ataques al Consello Regulador y a las dificultades reiteradas para lograr la implantación de la Denominación de Orixe Protexida".

Envasar el producto foráneo es completamente legal, pero lo que prohíbe la ley es etiquetarlo como gallego, recordó ayer Xoán Antón Pérez Lema. El abogado ha demandado a la Conservera de Rianxo por dos delitos diferenciados, uno por vulnerar el artículo 282 del Código Penal, que protege la transparencia de los mercados y los derechos de los consumidores, y otro por vulnerar el 275, que protege a la Denominación de Orixe Protexida para diferenciar el mejillón cultivado, elaborado y transformado en Galicia. En caso de que fueran declarados culpables los responsables de la conservera podrían enfrentarse a una pena de entre 15 y 28 meses de prisión y a una multa económica. Pérez Lema destacó "la presumible muy grande extensión de este fraude al consumidor, teniendo en cuenta que la facturación en el año 2009 de la mercantil superó los 9,5 millones de euros".

El juzgado de Padrón ya ha dado los primeros pasos para investigar los hechos. El próximo 31 de marzo están llamados a declarar los representantes legales de la Conservera de Rianxo. Fuentes de la compañía aseguraban ayer, sin embargo, que no tenían conocimiento de la querella y rechazaban realizar más declaraciones hasta que no conociesen los detalles. La Justicia pretende también realizar nuevos análisis del contenido de las latas. En la compra efectuada ante notario los miembros del Consello Regulador adquirieron aleatoriamente un total de 10 conservas de mejillón. Enviaron al Grupo de Investigación Xenomar de la Universidade de A Coruña cuatro de ellas para que las examinase. Los científicos estudiaron el ADN de los moluscos para concluir que el 80% no se correspondían con la especie, mytilus galloprovincialis, la única que tiene presencia en Galicia, según consta en el informe de Xenomar que acompaña la denuncia. Ahora el juzgado ha pedido al mismo grupo de investigación que estudie el ADN de los mejillones del resto de las latas.