Manuel Facal: El arte nuevo sólo le interesa en Galicia a unos pocos coleccionistas
Excepcional grabador y pionero en los 70 gallegos en arte cinético, augura un difícil futuro para las galerías ·· Opina que la escuela de Bellas Artes ha vitalizado el arte actual aunque hay artistas de nombre que no tienen valor alguno
No es fácil definir a un creador multidisciplinar como Manuel Facal (Carballo, 1943). Conocido fundamentalmente por su faceta de grabador, con incursiones en otras disciplinas el arte, que había empezado a cautivarle en su juventud, acabó por reflejarse en esta inquieta personalidad. Dalí, Picasso y Miró, son sólo algunos de los espejos de este pionero que no augura momentos fáciles para los creadores plásticos.
Acaba de publicar un libro (Dardo) ¿Qué es lo que quiere reflejar en esta última publicación?
_Es, fundamentalmente, un texto recopilatorio de mi obra desde los años 70, desde las primeras obras a las últimas experiencias.
Desde sus comienzos, Manuel Facal es conocido como un artista que ha realizado distintas incursiones artísticas, pero ¿No se ha planteado alguna línea determinada?
_ En los años setenta hice una obra totalmente geométrica, cinética, óptica, la única que se hizo durante estos años en Galicia. Nadie había tocado el arte cinético en Galicia, incluso en el resto de España en aquel momento. Esos trabajos estaban originalmente sobre papel y ahora los estoy pasando a lienzo, los estoy recuperando. Esta obra que hice en aquel entonces es totalmente opuesta a todo lo que haría después, más impactado en la estética gallega del campo gallego, más expresionista.
El mar ha supuesto una extraordinaria influencia en los contenidos de su obra: Malpica, Vigo...
_ Por supuesto. Ahora mismo estoy haciendo escultura, unas piezas fáciles de transportar. Figuras antropomorfas, envueltas en cuerda con influencias del mar.
Desde su punto de vista, ¿Cómo piensa Manuel Facal que está discurriendo el arte en Galicia?
_ Creo que está vitalizado. La escuela de Bellas Artes juega un papel muy importante y están saliendo importantes artistas. Además, centros como el CGAC de Santiago o el Marco de Vigo o el Marco de Vigo promueven importantes actividades, antes no existía nada de eso. Otra cosa muy distinta son las galerías, que aquí, en Galicia no están a la altura. No tienen una continuidad, están teniendo problemas y ahora se va a ver que muchas tendrán que cerrar sus puertas. Lo cierto es que los artistas ponen precios muy altos en relación al mundo en el que vivimos ponen precios de Madrid o París. Eso económicamente es muy difícil.
_ El dilema entre arte y artistas: ¿Cree que es cierto que hay aún artistas sólo de nombre?
_ Sí, por supuesto, hay como en todo, los comerciales y los que no lo son, y luego artistas de nombre que no tienen valor alguno a pesar de que la sociedad ha apostado por ellos. Luego hay otra división: los localismos: A Coruña, Vigo, Santiago, con las correspondientes disputas.
_ ¿Y el futuro?
_ La escuela de Bellas Artes provoca la salida de muchos y buenos artistas pero el público de Galicia aún es muy conservador, a quien les interesa el arte nuevo es a muy pocos coleccionistas. Las fundaciones, desde hace un año ya no compran. Mucha gente va a tener que empezar a pensar en dejar de vivir del arte.
Una trayectoria dilatada
El artista errante e inquietoAmante del mundo artesanal, articulista de ocasión sobre temas de reflexión artística y antropológica, no se podría comprender la experiencia vital de Manuel Facal sin su inquietud por viajar por culturas diversas, que le llevaron desde las tierras de Bergantiños a Puerto Rico, Grecia o Italia, llegando incluso a las latitudes nórdicas de Noruega, donde en los años setenta abandona la cinética que le había caracterizado y surgen las formas animales que habían de ser determinantes en su obra plástica.
Después, ya en Galicia, se asienta ya en el grabado, aunque por poco tiempo. Eran los años 80 y el colectivo Atlantica le invita a la muestra de Baiona. Viajará a Cataluña e instalará su estudio en Sitges e inicia una figuración con personajes grotescos y deformes a caballo entre lo zoomórfico y antropomórfico.
Pero si hay que analizar su trayectoria es la de un hombre inquieto y buscador, un grabador que osciló entre la figuración y la abstracción, con una gran variedad compositiva y de texturas. Ya en los últimos tiempos, Manuel Facal, se ha enfrentado a una nueva evolución en sus propuestas.
El artista bergantiñán define, en definitiva, su trabajo como una circulación entre las inquietudes de la naturaleza de la artesanía y los ritmos intelectuales