Chóferes bolivianos piden poder beber en el trabajo
La huelga del transporte público en Bolivia contra un decreto que sanciona a los chóferes ebrios dejó ayer a un policía herido y una treintena de detenidos, mientras el presidente Evo Morales anunció que ampliará los castigos a todos aquellos que conduzcan borrachos.
El Gobierno boliviano afronta desde ayer una huelga nacional de sindicatos del transporte que rechazan un decreto para sancionar a chóferes borrachos y que es la primera protesta de envergadura en el segundo mandato del presidente, iniciado en enero pasado.
En lugar de ceder a las protestas, el presidente boliviano criticó duramente a los organizadores de la protesta y anunció que los castigos a quienes conduzcan bajo los efectos del alcohol se extenderán también a los particulares.
Esta medida, que ampliará el decreto causante de la huelga, será elevada a rango de ley en la Asamblea Legislativa boliviana.
El gobernante criticó la actitud de los sindicalistas del sector porque a su juicio pierden legitimidad ante la sociedad por no sumarse a la defensa de la vida de los pasajeros ante los conductores que conducen borrachos en el transporte público.
"Con su ebriedad se matan ellos y matan a otra gente. ¿Qué clase de organización sindical tenemos que defiende políticas o programas para matar y para matarse?", cuestionó Morales.
En febrero, en Bolivia, fallecieeron 90 pertonas en accidentes causados por autobuses.