Vergonzoso

Me pongo en contacto con usted para realizar una denuncia por un hecho que considero un atentado contra la decencia más fundamental. Cuando apenas faltan unos días para que nos visite el Santo Padre, he podido comprobar cómo la acción de desalmados, vinculados a movimientos juveniles radicales, han profanado las imágenes alusivas a la llegada del Sumo Pontífice que adornan las marquesinas de la capital gallega y otras ciudades.

El efecto más que positivo de su visita trasciende el ámbito económico, pese a que traerá a Galicia y a Compostela, en este Año Santo, multitud de peregrinos que se dejarán sus buenos dineros en nuestros comercios y restaurantes. La llegada de Benedicto XVI supone un apoyo fundamental a un Xacobeo que tardará en volver, pero también viene a despertar una conciencia religiosa, una fe aletargada por la actual sociedad de consumo.

Por eso mis ojos no pueden soportar ver cómo se le llama al líder de nuestra Santa Iglesia 'Peneadicto XVI' o se le acusa, de forma totalmente infundada, de esconder actos de pederastia de altas figuras de la curia. Otras pintadas aluden a un ridículo e irreal pasado vinculado al nazismo de nuestro Papa, algo surrealista.

Hay que acabar con estas manifestaciones, que deberían considerarse delito, y encarcelar a sus autores. Como también habría que vigilar a aquellos que cuelgan en sus ventanas los carteles que dicen aquello de 'Eu nom te espero'. Aparte de no saber con exactitud en qué idioma está escrita tal proclama, lo cierto es que hay más ventanas donde sí esperan a Benedicto XVI. Desde tiempos del añorado Juan Pablo II no habíamos tenido un Papa en nuestra Galicia.