Va a dar que hablar
HAY CINE Y HAY BUENAS películas. Las buenas películas se recuerdan siempre. Desde hace muchos años no había sentido la emoción del preestreno de una película, sobre todo si se adivinaba buena. Recuerdo a mi padre cuando llegaba a casa con la lista del material de la Warner Bros para ese año. Al mostrarlo, nos cruzaba las películas que consideraba que iban a dar que hablar.... y posteriormente nos invitaba a una sala especial preparada para tal fin. Mis hermanos y yo disfrutábamos enormemente y aplaudíamos a rabiar al finalizar, cuando la cinta lo merecía. Eso mismo me ha sucedido en el Hostal hace unos días. Se trata de la película There Be Dragons, (encontrarás dragones)... estoy convencida de que esta película no solo va a dar que hablar, hará pensar.
Tuve la suerte de asistir a ella y los comentarios que escuché fueron unánimes: buena dirección, buen reparto..., y sobre todo muy bueno el mensaje que transmite y que a más de una nos ha hecho replantear actitudes en nuestra propia vida. No fue solo ver cine, se trató de descubrir "dragones" a los que hay que presentar batalla. El largometraje dirigido por Roland Joffé, excelente. El reparto, estelar. Los actores destapan una serie de dragones que tienen que ver con las pasiones humanas. Todo ello por alcanzar la felicidad. El amor, tema de fondo de la película, nos hace ver que es imposible amar a alguien, si ese alguien, no responde al amor gratuitamente.
Los dos personajes principales marcan un claro contraste manteniendo actitudes muy diferentes. ¿Y cuál es la fórmula que se nos muestra para conseguir la felicidad? De un lado, el amor; del otro, el odio, los celos, el no perdón. Manolo, como contrapunto de Josemaria que, en verosímiles secuencias, motiva a los primeros que le siguieron,-siendo todos muy jóvenes-, los arrastra, y logra despertar en ellos el deseo interior de conocer y profundizar más en ese ideal por el que, es capaz de jugarse la vida.
Su persona transmite paz. Paz en su porte, en su conducta, en sus acciones. Y esto lo refleja muy bien Charlie Cox, que hace suyo el papel de reflejar al hombre, a la persona que es Josemaría: con sus luchas, sus adversidades y con un ingrediente de simpatía y buen humor, que le hacen especialmente amable. La historia cuenta que lo divino puede encontrarse en lo cotidiano, en los más diversos trabajos, en la familia, en los amigos... Y esto tiene un enorme atractivo, pues nos deja al descubierto que "pueden ser divinos todos los caminos de la tierra" y todas y cada una de las actividades en las que las personas realizan su trabajo.
Profundizar en el mensaje de esta película será una buena ocasión para dejar al margen tantos "dragones"....,porque se puede ser de cualquier tendencia, tener cualquier modo de pensar, pero lo que está claro es que cuando lo veas, este largometraje no te dejará indiferente.