Un juicio tan político como inútil

A LA VISTA DE LO que cuentan los colegas que ayer estuvieron en la vista contra los siete concejales de Santiago tengo que reiterar mi impresión de que estamos ante un juicio tan político como inútil. Vayamos por partes y me explico. Que no comparezca el único testigo propuesto por la acusación es un síntoma de que algunas cosas se hicieron mal y de que había más interés en ver sentados en el banquillo a los tristes protagonistas de esta historia que en buscar la verdad. Y admito todos los matices que se quieran formular... incluso el de la renuncia de la propia fiscal a su testimonio y que el abogado defensor de los siete acusados no haya pedido (exigido) su comparecencia.
Otro aspecto destacable es que todos los técnico-funcionarios (secretario, vicesecretario e interventor del Concello de Santiago y asesor jurídico de la Diputación de a Coruña) coincidieron en certificar la legalidad del acuerdo adoptado sujeto, eso sí, a un montón de interpretaciones. Pero yo me quedaría con la declaración de Francisco Javier Castiñeira, antiguo secretario que fue cesado por el equipo de gobierno de Conde Roa en medio de un cruce de acusaciones que le llevó a personarse, como perjudicado, en el caso Pokémon. Javier Castiñeira fue represaliado, personal y profesionalmente, por el PP y tiene motivos suficientes para desear la condena de los siete ediles. Pero Javier es un funcionario íntegro y fue consecuente con su forma de actuar. Ante el juez dijo que era “interpretable” si se reunían o no los condicionantes para pagar la defensa de Adrián Varela aunque, y eso es importante, sostuvo que “cabría un pago anticipado y el posterior reembolso”. No es baladí su declaración ya que en el Ayuntamiento de Santiago precedentes de acuerdos similares hay. Por ejemplo, uno del 10 de noviembre de 2009 en el que la Xunta de Goberno, siendo alcalde Sánchez Bugallo y secretaria (de la Xunta) Marta Álvarez-Santullano, acordó designar un abogado para la defensa de un concejal imputado en las diligencias previas del procedimiento 2473/2009. Castiñeira, convocado como perito por la Fiscalía, sabe lo que decía ya que él era secretario del Concello de Santiago cuando se produjo este último hecho... idéntico al que sentó en el banquillo ayer a siete ediles en un juicio tan político como inútil. Bueno... inútil no. Se trataba de hacer una foto de los imputados sentados en el banquillo de los acusados en plena campaña electoral. Sin importar los daños causados y con los corifeos del BNG y Candidatura do Povo berreando a las puertas de los juzgados. ¿Era lo que se buscaba?