El culebrón de la hora gallega anima el puente

Las fábricas de Cataluña y del polígono del Tambre de Santiago empiezan a trabajar a la misma hora. Sin embargo, el sol ha salido una hora antes en el Mediterráneo y seguramente el gallego que se incorpore a su puesto de trabajo lo haga todavía de noche. Las cuentas no son exactas, pero sí es objetivo que en Galicia amanece más tarde y la razón no es otra que la falta de ajuste con su horario solar.

Lito Prado es el militante del Bloque que el pasado fin de semana defendió ante la asamblea la revisión del horario gallego para adaptarlo al huso que le corresponde sobre el mapa, el mismo que rige el tiempo en Portugal, Reino Unido y Canarias. La razón, aproximar a la comunidad a su hora solar y contribuir de este modo al ahorro de energía en la jornada productiva.

El militante ourensano huye de relacionar la propuesta con un debate político o de identidad. "É unha proposta lóxica, normal e coherente, moi avalada por estudios científicos, económicos e incluso de biorritmos", indica este educador. "É unha cuestión que pensaron moitos políticos de distintas ideoloxías. Pero se vén dende o nacionalismo parece que nace coa intención de romper España", comenta Prado. "En Estados Unidos teñen ata catro husos horarios e non por iso queren separarse", añade este educador ourensano.

Prado aporta un dato: el cambio horario actual permite un ahorro de energía del 5% en el conjunto estatal que para la comunidad gallega se reduce a un 1%. El nacionalista asegura que atrasando una hora, Galicia contribuiría al ahorro y la eficiencia energética y tendría argumentos para frenar "a proliferación de infraestruturas de produción eléctrica, encoros, minicentrais, parques eólicos... no territorio".

A ojos del secretario ejecutivo de Adega, Fins Eirexas, la propuesta refrendada por la asamblea del BNG es, ante todo, "lóxica". Asegura que el desfase con respecto a comunidades mediterráneas implica para Galicia "un pico de consumo extra dende o inicio da xornada laboral ata que efectivamente sae o sol". "Na antiga URSS chegaron a funcionar con seis husos -dice Eirexas-, é cuestión de acostumarse".

"Os estudos parecen indicar que o máis lóxico é aproximar na medida do posible a hora oficial á hora solar, entre outras cousas porque canto máis axustemos os ciclos de descanso-actividade ao de escuridade-luz, máis preto estaremos dun modo de vida máis natural, sen tantas interferencias", argumenta el secretario ejecutivo de Adega.

El grupo ecologista subraya que en cualquier caso, éste es "debate menor" que debe quedar "despolitizado" y que, de llevarse a cabo, ha de ser desde el acuerdo, "para que sexa perdurable".

Desde el Club Financiero de Vigo, Juan Ramón Güell deja claro que las convenciones horarias son rigurosamente "una cuestión de dinero". El empresario considera que la decisión debería partir de "un estudio económico profundo", que ponga en la balanza las ventajas de ajustar el comienzo de la jornada con la salida del sol y los inconvenientes de organización que supondría abandonar la media horaria calculada para la UE.

Según Lito Prado, los gallegos que trabajaron en Europa son quienes mejor comprenden la importancia de "saír a traballar de día". La misma propuesta había sido defendida en la asamblea comarcal del BNG da Costa da Morte. Allí no prosperó.