Asunta, la pequeña muerta en Santiago, dijo a dos profesoras este julio que su madre quería matarla

Dos profesoras de música de Asunta Basterra Porto relataron a los agentes de la Policía Judicial una estremecedora historia que lleva a los investigadores a pensar que sus padres ya intentaron matarla en, al menos, una ocasión más. Ocurrió el 16 de julio cuando Alfonso Basterra llegó con la niña a las clases de música que recibía como hacía cada día. Al entrar en el recinto las profesoras se dieron cuenta de que Asunta apenas podía andar, no era capaz de hablar bien y se le cerraban los párpados. “Tenía la voz pastosa, como si estuviera drogada”, relataron las educadoras musicales de la pequeña de origen chino. Tal era su estado que decidieron acostarla en una habitación anexa a las aulas.

Allí, cuando recuperó la conciencia, le preguntaron qué le había pasado y Asunta les contó que su madre le había dado un montón de pastillas y que, dicen algunas fuentes, les habló de que temía que la fueran a matar.

Las profesoras se alertaron pero no le dieron mucha importancia. La pequeña tenía una alergia y sabía que, de vez en cuando se medicaba. A eso achacaron el problema. Por eso no se lo contaron a nadie hasta que se produjo la detención de Rosario Porto. En ese momento acudieron, visiblemente afectadas, a la Comisaría de Policía de Santiago para contarles lo ocurrido a los agentes. Desde allí las trasladaron ante el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil encargados del caso.

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