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Aterriza en Lavacolla un Antonov, la aeronave más grande del mundo

El rey del cielo transportó hasta el Golfo de México maquinaria pesada que se utilizó en el sellado del 'Prestige' // Su tamaño es tal que necesita una pista muy larga para despegar

Un coloso del transporte áereo, el Antonov, tomaba tierra el pasado fin de semana en la terminal de Lavacolla. Considerado el avión más grande del mundo, el aparato aterrizaba en Compostela el pasado viernes, según confirmaron a este diario fuentes de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). Permaneció en la base de la capital gallega hasta el sábado a mediodía, una vez concluida la carga de la mercancía que se encargó de trasladar a su destino, que casi con total seguridad fue el golfo de México. Varias fuentes sostienen que su cometido era transportar a ese punto, afectado por un gran vertido procedente de una plataforma petrolífera, parte de la maquinaria que participó en el sellado del Prestige, aunque AENA se negó a confirmar este extremo. El ente adscrito a Fomento alega que no dispone de autorización para desvelar el trasfondo de este tipo de operaciones. Y es que, en muchas ocasiones, los Antonov se encargan de transportar material militar, motivo por el que sus maniobras se mantienen en el más absoluto secreto.

Sin ir más lejos, hace siete años un modelo similar llegaba a Lavacolla con el fin de trasladar a las tropas españolas -así como material militar- que proporcionaban su apoyo en el conflicto de Irak. También en 2003 otro aparato de semejantes características aterrizaba en la capital gallega para llevar una descomunal pieza a los astilleros de Ferrol. Pero los Antonov ya habían posado su colosal estructura en la terminal compostelana con anterioridad. En 1998 tomaría tierra uno de los titanes del aire con el objetivo de recoger ayuda humanitaria para las víctimas del huracán Mitch. A 0principios de los 90, el gigante desembarcaría en la base de la capital gallega cargado de langostinos. Esa operación permitió salvar la campaña de Navidad en Galicia, ya que el mercado estaba desabastecido de dicho producto. Con base en Kiev (Ucrania), Antonov diseña y fabrica aeronaves de gran envergadura desde 1946. Los An-125 y An-225 (el mayor avión jamás construido) son las auténticas joyas de una casa que, por el monumental tamaño de sus piezas, domina los cielos. Construido para transportar la lanzadera Burán (transbordador espacial lanzado por la URSS), el An-225 es el avión más pesado del mundo (640 toneladas).

Era un mes de mayo de 1987 cuando un An-124 establecía una marca mundial cubriendo una distancia de 20.151 Km sin reabastecimiento. El vuelo duró 25 horas y 30 minutos y tenía un peso al despegue de 455 toneladas.

 

En abril de 2005 el mismo modelo fue capaz de transportar el Obelisco de Aksum de regreso a su tierra natal, Etiopía. La operación se realizó en tres viajes, cada uno llevando el tercio del monumento de 160 toneladas.

 

En junio de 1994 un avión de la familia Antonov trasladó una locomotora desde Canadá hasta Irlanda.

 

Entre otras hazañas del An-124 se incluye el transporte de una ballena de Niza a Japón. En otro vuelo se entregó un elefante.

CIFRA

150.000

Todo indica que el Antonov que desfiló por Lavacolla es el modelo An-24, un monstruito que ronda los 70 metros de longitud (un Boeing B-727 no alcanza los 47 metros). Con una capacidad de carga de 150.000 kilogramos, fue el avión más grande construido en serie hasta la llegada del Airbus A380. Le superaría después en tamaño su propio hermano, el An-225.

12 jul 2010 / 23:51
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