"Dormimos 90 minutos menos que el resto de los europeos"

Antes de dormir la siesta, el doctor Eduard Estivill, el gurú de los dulces sueños gracias a su best-seller Duérmete niño, declara a este diario que el sueño "es una especie de taller que repara lo que gastamos durante el día y restaura lo que necesitamos para el siguiente". No duda de que vivimos en un país que duerme poco, "una hora y media menos que el resto de los europeos. Nos levantamos a la misma hora, pero nos acostamos mucho más tarde, en muchas ocasiones por los horarios laborales", que para este especialista en Neurofisiología Clínica son "demenciales. Es imposible irse a la cama a una hora decente si acabamos de trabajar a las nueve de la noche".

El doctor Estivill, autor del famoso libro además de doscientos artículos sobre los trastornos del sueño en publicaciones tanto nacionales como internacionales, ofreció ayer en el centro sociocultural de Novacaixagalicia de Santiago una conferencia, cómo no, sobre el sueño, dentro del ciclo de charlas De tu farmacia para ti, del Colegio de Farmacéuticos de la provincia de A Coruña.

Precisamente, el especialista subraya el papel de los farmacéuticos "como el primer filtro que ayuda a los ciudadanos con problemas de sueño", que calcula en un 30 por ciento de la población.

Sobre si es bueno o no utilizar medicación para dormir, explica que "no hay fármacos buenos o malos, sino bien empleados o no. No es lo mismo no dormir bien por un problema de tiroides que por haber consumido durante el día cuatro o cinco cafés y varias bebidas de cola". "Ahí es donde es imprescindible la formación del farmacéutico", añade.

Uno de los puntos de su conferencia se centra en las pautas que hay que seguir para que los niños duerman las horas suficientes, como recomienda en su best-seller Duérmete niño, que ha sido traducido a doce idiomas.

Conocedor de que hay detractores de su método, Estivill replica que "todos los estamentos científicos avalan mi método, y si hay voces en contra es en Internet y por parte de gente o que no ha leído el libro o que no lo ha empleado bien". Para el especialista, "si hay un responsable de que un niño no duerma bien son los padres, que son los maestros del aprendizaje de que sus hijos descansen lo suficiente. Es imprescindible que lleven ambos, y sin que ninguno de los padres flojee, unas pautas con sus hijos, una rutina, para que aprendan a dormir solos, no que los durmamos".

Preguntado sobre si influye el carácter del niño, da un no rotundo por respuesta. "Enseñamos a los niños con pautas, hábitos, cómo comer sopa con cuchara. Un niño nervioso y uno tranquilo saben que eso es lo que deben hacer".

En cuanto a las horas que se necesita dormir, Estivill indica que lo ideal serían unas once horas para un niño de cinco años, siete u ocho para un adulto y entre cinco y seis para mayores de 65 años.

"Un niño juega, aprende, no para... Necesita mucho descanso y a medida que nos hacemos mayores gastamos menos energía", explica. aunque también subraya la necesidad de dormir una pequeña siesta a media tarde, " no para completar una mala noche, sino para estar mejor lo que resta del día".

Preguntado sobre si descansa bien, Estivill asegura que sí, que se aplica el cuento. "Suelo dormir siete horas y una siesta si puedo".