Mi tía abuela fue, sin duda, una luchadora social del siglo XX
Álvaro Marañón publica en su libro La Madre Maravillas. Del palacio al convento (La Esfera de los Libros) una semblanza de la vida de la santa, con anécdotas y fotos inéditas
![Mi tía abuela fue, sin duda, una luchadora social del siglo XX Mi tía abuela fue, sin duda, una luchadora social del siglo XX](http://www.elcorreogallego.es/binrepository/900x575/0c35/900d506/none/102922340/LTLI/41_766656_manual_CG1023184_MG153050683.jpg)
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Sr. Marañón, ¿cuál es el propósito de este libro?
He querido presentar la figura de la Madre Maravillas desde una perspectiva laica, fuera de los circuitos especializados en religión.
No es una biografía al uso...
No, es una semblanza, estructurada en capítulos cortos, con anécdotas y episodios escritos desde la familia.
¿Qué aporta a la historia ya conocida de la Madre Maravillas?
El lector descubrirá a un personaje diferente. Encontrará antecedentes familiares, información de su labor fundacional, de su ingente actividad con los más desfavorecidos, porque ella fue una luchadora social del s. XX.
Vd. debe guardar muchos recuerdos de su tía abuela...
Pese a la rigidez de la clausura, recuerdo su cercanía, su sencillez, su sentido del humor... La visitaba, con mi madre, en el Convento de la Aldehuela o en el de Arenas de San Pedro, pero en realidad no tomé plena conciencia de su santidad hasta su beatificación, en 1998.
Nacida en un entorno privilegiado, ¿cómo cree que desarrolla esa sensibilidad hacia los más necesitados?
Ella provenía de un hogar ilustrado, de una familia notable de mediados del siglo XIX; su padre y su abuelo fueron políticos conservadores muy influyentes, embajadores ambos ante la Santa Sede. Vivían en una práctica religiosa muy activa y ella siempre tuvo claro que su vocación era ser monja; curiosamente, la familia se resistió a dar su permiso para ello y no pudo ingresar en el convento hasta los 27 años.
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