REUMATOLOGIA

Decálogo para padres de niños con vasculitis: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Las vasculitis más habituales entre los niños son la vasculitis por inmunoglobulina A y la enfermedad de Kawasaki

Decálogo para padres de niños con vasculitis: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento

Decálogo para padres de niños con vasculitis: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento / Freepik

Los especialistas de la Sociedad Española de Reumatología (SER) explican que las vasculitis son un conjunto de enfermedades reumáticas que provocan la inflamación de las paredes de los vasos sanguíneos, ya sean arterias, venas o capilares. 

Según la zona del cuerpo a la que afecte esta inflamación se van a producir distintos síntomas, de ahí la variedad de subtipos de esta patología.

Y aunque la vasculitis puede aparecer a cualquier edad, lo cierto es que algunos tipos son más habituales entre los niños, como la vasculitis por inmunoglobulina A (llamada antes púrpura de Schönlein-Henoch) y la enfermedad de Kawasaki

Como ocurre con cualquier otro problema de salud, la aparición de estas enfermedades en los niños supone un motivo de preocupación para los padres.

Por eso, y con el fin de aclarar dudas y manejar la enfermedad a nivel familiar, los especialistas en reumatología de la SER han elaborado un catálogo de consejos. 

La vasculitis puede aparecer a cualquier edad.

La vasculitis puede aparecer a cualquier edad. / DCStudio. Freepik.

¿Cuándo acudir a un especialista?

Lo primero que advierten los reumatólogos es que se deben conocer los síntomas de los dos tipos de vasculitis más habituales en la edad pediátrica: la vasculitis por inmunoglobulina A y la enfermedad de Kawasaki. 

La vasculitis por inmunoglobulina A “se caracteriza por púrpura cutánea, artritis o artralgia, dolor abdominal y afectación renal”, explica el doctor Javier Loricera, reumatólogo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander. 

Por otra parte, la enfermedad de Kawasaki se caracteriza por la aparición de fiebre, conjuntivitis en los dos ojos sin pus, enrojecimiento labial y oral, piel que cambia de color o se irrita y aumento de los ganglios cervicales

¡Atentos a la estación del año!

Una de las causas de las vasculitis son las infecciones, fundamentalmente en el caso de la vasculitis IgA. Esto significa que haya que estar más atento en invierno y primavera, épocas donde de las infecciones respiratorias son comunes, ya que el diagnóstico de la vasculitis puede retrasarse y resultar más difícil. 

No tengas miedo a las pruebas de imagen

“Uno de los avances principales en este ámbito es la utilización cada vez mayor de las diferentes pruebas de imagen, que resultan una herramienta fundamental en el diagnóstico de muchos tipos de vasculitis. En concreto, realizar un ecocardiograma es absolutamente necesario en todos los niños con sospecha de enfermedad de Kawasaki”, comenta el doctor Loricera.

Los niños con vasculitis pueden llevar una vida normal.

Los niños con vasculitis pueden llevar una vida normal. / Freepik.

Acudir al médico si se reactiva la vasculitis

Los niños con vasculitis tienen acudir a revisiones periódicas para comprobar su estado de salud. Pero el especialista indica que fuera de estas consultas programadas, “se debe acudir al especialista sin cita previa en caso de reactivación de la enfermedad”.

La razón radica en que algunas de las manifestaciones de la enfermedad cuando se reactiva “son de especial importancia, ya que precisarán ingreso hospitalario e iniciar el tratamiento de forma urgente”.

El seguimiento por parte del reumatólogo es clave

Generalmente los casos de vasculitis en los niños son detectados por los pediatras que derivan a los pacientes al especialista en reumatología. Y es que son ellos los que pueden vigilar de forma rigurosa la evolución de la enfermedad e ir ajustando el tratamiento de acuerdo con sus síntomas. 

La vasculitis se puede tratar

Aunque el diagnóstico de una enfermedad nunca es una buena noticia, en el caso de las vasculitis si se cuenta con tratamiento que permitan al niño llevar una vida prácticamente normal. 

Si la vasculitis es la de IgA, hay que tener en cuenta que es una enfermedad benigna y que desaparece por si sola a lo largo del tiempo, aunque, en ocasiones requiere el uso de corticoides o, en los casos más graves, de fármacos inmunosupresores.  

En el caso de la enfermedad de Kawasaki, el ácido acetil salicílico a dosis altas es fundamental en las etapas iniciales de la enfermedad para controlar la fiebre y evitar complicaciones cardiacas", explica el doctor Loricera.

  • "La administración de inmunoglobulinas intravenosas en los primeros 10 días mejora los síntomas agudos, la contractilidad ventricular y reduce el riesgo de aneurismas coronarios”.
Una buena alimentación es esencial en este tipo de enfermedades.

Una buena alimentación es esencial en este tipo de enfermedades. / Gpointestudio. Freepik.

El ejercicio y la alimentación son esenciales

Que un niño sufra una vasculitis no impide que pueda realizar ejercicio físico. Al contrario, la práctica de ejercicio aeróbico es beneficiosa para su salud.

En el caso de los menores con Kawasaki con afectación cardiaca, la única limitación es que la actividad física que realicen debe adaptarse a las limitaciones de cada paciente. En cuanto a la alimentación, una dieta saludable es lo mejor para este tipo de afecciones. 

¿Y qué pasa con el cole?

“En líneas generales, los niños/as con vasculitis pueden acudir al colegio con el resto de los compañeros sin ningún problema”, señala el reumatólogo del Hospital Valdecilla.

Solo en el caso de los afectados por la enfermedad de Kawasaki con afectación cardiaca “tendrán que adecuar los ejercicios de educación física en función de la afectación cardiaca que presenten”. Además, estos menores deben de ser vigilados por su sufrieran dolor torácico o dificultad respiratoria.

Síntomas de la vasculitis en niños

Síntomas de la vasculitis en niños / Europa Press

¿Pueden llevar una vida normal?

Tanto los niños con vasculitis IgA como con enfermedad de Kawasaki pueden llevar una vida normal, solo que en estos segundos casos habrá que estar siempre muy pendientes de la posible aparición de dolor torácico o dificultad respiratoria.

Confía en el especialista

El diagnóstico de una vasculitis puede ser una carga emocional tanto para los niños como para sus padres. Las dudas, la incertidumbre son normales, por eso lo mejor es consultar cualquier duda o miedo que pudiera surgir sobre la vasculitis que sufren sus hijos.