Opinión | FIRMA INVITADA

Cinco días de reflexión

LA CARTA carta del Presidente del Gobierno a los españoles no solo es una exposición de sentimientos propios pidiendo tiempo, cinco días, para reflexionar sobre si sigue al mando del Gobierno, sino también una invitación a los españoles para pararse, meditar y pensar sobre lo que se cuece alrededor de la gobernación de los asuntos públicos, incluyendo todo lo que hay alrededor de la información o desinformación así como la independencia o dependencia del poder judicial.

Alrededor de la carta rápidamente se ha enfocado todo sobre la decisión que va a tomar el presidente el próximo lunes y sus consecuencias políticas así como si era acertado o no que hubiese tomado la decisión de pararse y tomarse cinco días de reflexión.

El líder de la oposición, al día siguiente, la calificó de infantil y todo su grupo de lloriqueo, coincidiendo en este punto con Puigdemont. Sin embargo creo que la carta tiene la virtud que hace una invitación a que no solo él, sino también los ciudadanos reflexionen sobre actuaciones políticas y judiciales que pasan en España y no solo en España sino en muchas otras partes del mundo.

 De las diversas manifestaciones de líderes políticos considero interesantes las del ministro de Agricultura, Luis Planas, quien ha manifestado que el clima mediático existente en la Comunidad de Madrid se está extendiendo al resto de España. Clima mediático y judicial cuyo objetivo es que sea difícil distinguir la verdad de la mentira.

 La distinción entre la verdad y la mentira no es una cosa de menor importancia. Dicha distinción es crucial para que un pueblo pueda ser verdaderamente libre. Este es el punto esencial de la meditación que se debería hacer. No es una cuestión de coyuntura política de cada día, sino de plantear y de discernir para saber a donde nos lleva el ruido mediático y judicial.

 De la misma manera que creo que es esencial en nuestra vida pararnos, dedicar unos días en silencio, a meditar para poner la mente en blanco y renovarnos para poder discernir y tomar las decisiones adecuadas (es lo que hacemos los cristianos en los llamados ejercicios espirituales) no es algo inútil que se haya provocado una reflexión general a los españoles

 Una de las expresiones más utilizadas por mucha gente es “no vale todo en política”. Siendo cierta esa expresión, no debería circunscribirse estrictamente a la vida política, sino extenderse a los medios de comunicación, algunos de los cuales son maestros de la propagación de bulos y en teorías de la conspiración (algunos de ellos de gran audiencia). La Conferencia Episcopal debería meditar sobre el particular. La reflexión debe extenderse al poder judicial, empezando porque contestar a la pregunta delante de quién responden realmente los jueces y fiscales de sus actuaciones. Actuaciones escandalosas como la liberación de capos de la droga o injerencias manifiestas en el poder político. Todos estos puntos realmente hacen peligrar nuestra democracia, como lo hacen en otras partes del mundo. Sería una buena consecuencia de la reflexión que se anunciasen medidas para enfrentarles.